Nuestra historia es muy triste, Nasil era un pequeño huérfano que vagaba por mi calle todas las noches, yo lo observaba desde mi ventana, hasta que me aventuré a saludarle, el decía de matarme como yo me atreviera a tocarle un solo pelo, pero yo sabía que en realidad era buena persona, y entonces fue cuando yo le dije, queno se preocupase por su familia, que si necesitaba algo, yo estaría ahí.
Y así nos conocimos.
Nasil es una katana.